Únicamente afirman que el término “especismo” puede usarse legítimamente para nombrar
opiniones justificadas o injustificadas. Así que, según estos puntos de vista, podemos definir este
concepto del mismo modo en el que lo hemos hecho aquí, simplemente eliminando la palabra
“injustificado”:
El especismo(descriptivo) es la consideración o el trato comparativamente peor de aquellos
individuos a quienes o bien no se clasifica como pertenecientes a una determinada especie (o grupo
de especies) cuyos miembros, en cambio, son favorecidos, o bien se clasifica como pertenecientes
a una determinada especie (o grupo de especies) cuyos miembros son desfavorecidos
Tanto las concepciones evaluativas como las descriptivas coinciden en que la cuestión fundamental
del debate sobre el especismo es si se puede justificar el trato o la consideración desigual de los
individuos de diferentes especies. Pero lo formulan de forma diferente. Según las concepciones
descriptivas, la misma cuestión puede expresarse también preguntando si el especismo está
justificado o no. Según las concepciones evaluativas, esto puede expresarse preguntando si una
opinión que considera de forma desigual a los miembros de diferentes especies es especista o no.
Por ello, quienes defienden las concepciones descriptivas pueden afirmar que la suya es una
terminología más útil porque nos permite utilizar el término “especismo” de formas que las
concepciones evaluativas consideran inadecuadas. Además, muchas personas que han usado el
término “especismo” en el debate filosófico lo han entendido de forma descriptiva, por lo que se
podría sugerir que la carga de la prueba debería estar del lado de las concepciones evaluativas. La
noción descriptiva del especismo se utiliza siempre que el especismo se interpreta como objeto de
una defensa o como blanco de una crítica general. Así, las perspectivas defendidas en artículos
como los titulados “En nombre del especismo moderado” (“On behalf of moderate speciesism”,
Holland, 1984) o “Contra el especismo fuerte” (“Against strong speciesism”, Graft, 1997) son
igualmente incompatibles con la idea de que el especismo es necesariamente injustificado que las
transmitidas por títulos como “En defensa del especismo” (“In defense of speciesism”, Wreen,
1984) o “El especismo como condición previa para la justicia” (“Speciesism as a precondition to
justice”, Barilan, 2004). En los dos primeros casos, esto no solo se debe a la insinuación de que
algunas formas de especismo son correctas. También es debido a que al identificarse que hay una
forma de especismo en concreto que puede ser el objetivo de una crítica válida, se asume que el
propio concepto de especismo no implica necesariamente una falta de justificación (de lo contrario
ya no habría que hacer ninguna crítica argumentada de una forma de especismo en concreto).
Por su parte, las concepciones evaluativas pueden defenderse alegando que de manera general se
distingue entre el trato diferenciado justificado y el injustificado. Este último es el que se considera
típicamente discriminatorio. Esta distinción entre los tratos diferenciados discriminatorio y no
discriminatorio, es ampliamente aceptada como válida, y resulta perfectamente aplicable al trato
de los animales. De tal modo, el uso del término “especismo” será más provechoso cuando se
utilice para señalar el tipo de trato diferenciado injustificado. Supongamos, por ejemplo, que en
un incendio forestal nos centramos en rescatar a los animales terrestres en lugar de a los pájaros,
porque estos últimos pueden escapar mucho más fácilmente. Supongamos también que, como
resultado de esto, mueren algunos pájaros que de otro modo habríamos salvado, pero que el
número total de animales que salvamos es mucho mayor. En una circunstancia así, este tipo de
trato diferenciado a animales de distintas especies estaría claramente justificado. Por el contrario,
rescatar tejones en lugar de jabalíes solo porque nos gustan más los primeros sería un trato
comparativamente peor de los segundos que carece de justificación. Si nos basamos en una
explicación evaluativa del especismo, podemos distinguir los dos escenarios presentados arriba